A lo mejor eres como yo, desastrosa/o no sé si por naturaleza o por adquisición posterior. Y las manchas de pintura en la mesa de madera y los papeles desordenados sean una de las cosas que más dan rienda suelta a tu inspiración.
Mi lema siempre ha sido "hacer del caos un arte".
Eso de ser un caos es algo que me gusta, siento que me hace especial, es donde no hay ataduras ni nada que organice las cosas, donde cada uno puede entender o ver una cosa diferente, pues no hay una única respuesta ni una solución verdadera pues no se trata de contestar sino de ver más allá. De imaginar. Donde la música fluye y unas ideas se derivan de otras sin ton ni son.
Pero al igual que la música aunque hablemos de jazz sigue unas notas, el caos necesita a veces también unas pautas. Porque sino llega un punto en el que te saca de quicio, tu mismo caos se convierte en una atadura que no te deja respirar con libertad y después viene el agobio intentando huir de él pero sin dejar que te abandone del todo. Y es que el caos está muy bien pero en determinados contextos. Si eres como yo entenderás esto y te gustará este vídeo que refleja a la perfección lo que escribo.
Y cuando tras escapar del caos nos encontramos en un cruce de caminos y no sabemos por cual tirar, lo mejor es pararse a pensar y organizar todo ese caos que dejamos atrás para volver a empezar. Y nunca mejor que esta época que tenemos ahora para empezar.
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