"Yo quiero morir joven con una edad avanzada"
Siempre digo que yo voy a ser una abuela moderna. De esas que no pierden la ilusión y que no paran en todo el día. Idea a la que mi madre añade que para ser una abuela moderna hay que tener las mismas actitudes de joven.
Creo que siempre me gustó observar los detalles. Aunque despistada para algunas cosas, ciertos aspectos capataban desde pequeña mi atención. Mis amigos se quejan de que solo me fijo y recuerdo los detalles que más me gustan. Pero es que aquello que consigue capatar mi atención me trasmite algo que lo diferencia del resto y que para mi cobra un valor diferente o especial. Por eso, este verano me hice con una libreta. La forré con revistas y decidí que me acompañaría a muchos sitios. Páginas en blanco en las que plasmaría todo lo que se me pasa por la cabeza. Y aquí me veo ahora. Montada en el asiento trasero del coche. Apuntando lo que las casas, los paisajes, las señales de tráfico y lo pintoresco de este lugar del sur de Portugal (que desde mi ventana abierta del coche puedo sentir) me transmite.
Mi hermano y yo nos turnamos la cámara de fotos. Yo captando todos los detalles que me llaman la atención. Paisajes. Puertas de casas antiguas. Una valla en la que hay apollada una antigua motocross. Una escalera de caracol que comunica el jardín con el primer piso. Un buzón. Un pavo real en medio de la calle. El cártel del nombre de una casa. Una calle al final de la cual se ve un tractor naranja (no, este no era amarillo)... Le toca el turno a mi hermano y la memoria de la cámara se llena de casas de todo tipo. Él a sus once años está convencido de que será arquitecto, y la idea le entusiasma. Yo no lo sé, el tiempo dirá en que se convierte este pequeño granujilla que tengo el orgullo de tener como hermano. Pero por ahora, SIEMPRE ES BUENO TENER ILUSIÓN.
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