Y hacía tiempo que mi inspiración plástica en cuanto a collares estaba un poco ausente. Aunque tengo que decir que tampoco la echaba mucho de menos, pues collares en mi perchero no faltan. Y con la cantidad de trabajos que nos mandaban en la universidad, la inspiración tenía que ser exprimida para hacer campañas publicitarias no collares.
Pero estas Navidades parece ser que ella si me echaba de menos (mi inspiración digo) y se encargó de que hiciera algunos collares tales como este:
Que después transforme en versión pulsera para aquellos que no fueran tan "collareros" como yo. Aquí os enseño algunas:
Porque tras mis largos collares de hace años, ahora quiero collares cortos pero muy cargados. Últimamente tengo ganas de complementos en oro viejo, con brillantes de colores, muchos estampados y dibujos. Colores vivos mezclados con tonos apagados. Ganas de llevar varios relojes en una misma muñeca para ser consciente de lo que pesa el tiempo y no desperdiciar ni un segundo en tonterías.
Tengo ganas de esparto, rafia, seda, lana, pelo y plumas, ganchillo, pana, cuero, encaje (pero poco, solo en algunos detalles). Tengo ganas de mezclar lo dulce con lo árido, lo pasteloso con lo más roquero que hayas visto. Porque siempre me gustaron las mezclas, y ahora más que nunca. Y solo espero.. que este collar que me acabo de hacer esta misma tarde sea mi último invento hasta el día 7 de febrero. Día en el que habré terminado mis exámenes. Mientras tanto espero que mi inspiración esté un poco de vacaciones mientras yo estudio.
Y fiel a mi nuevo estilo rococó, como decía aquella canción infantil.. "hasta luego cocodrilo"
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