Este es el comienzo de un proyecto que siempre estuvo en mente.
A principios de 2012 decidí que iba a empezar a hacer realidad el sueño que siempre tuve de pequeña: tener una tienda de complementos y decoración. Y desde ese momento fui apuntando todas las ideas en mi libreta y reconstruyendo ese proyecto que siempre ocupó un lugar de mi cerebro. Como muchas niñas de mi edad, una de las cosas que más me gustaban a los seis años era jugar a las tiendas. Teclear muy rápido en la caja registradora o en el teclado del ordenador, atender a los clientes y hacer llamadas de teléfono. Fui creciendo y mis sueños de qué quería ser de mayor fueron cambiando, pero no había verano en el que no soñara con tener mi propia tienda de verdad. Recuerdo que hacía carteles “atrae clientes” y los colocaba en la puerta del jardín de la casa de mi abuela, a la espera de que alguien se animara a venir.
Tras mucho darle la tabarra a mis padres, a los ocho años atendí a mis primeros clientes de verdad. Todos los domingos en la plaza del ayuntamiento algunos de los del pueblo organizaban una especie de “rastro” (mercadillo en el que se vendían desde muebles, libros y piezas de decoración antiguas hasta artículos de artesanía). Una amiga de mi tía ponía un stand así que lo compartió conmigo para que expusiera mis artilugios hechos a mano. Y la cosa no me fue del todo mal, hasta mis padres quedaron impresionados (algo por lo que recuerdo que quedé muy enorgullecida) pero también hay que contar que jugaba con ventaja, pues una niña de 8 años vendiendo sus collares, pendientes, pulsera, libretas y joyeros hechos a mano en un puesto llama más la atención que un adulto.
Pasaron los años y mi idea seguía en mente. Como ya os he contado en anteriores posts siempre me he imaginado de mayor teniendo un taller para hacer de las mías. Disfruto creando, pintando, haciendo abalorios y decorando; y cuando no tengo tiempo para ello siento que me falta algo, que lo necesito.
Tal vez tú que estás leyendo esto me conozcas del cole y ya sabrás de lo que te estoy hablando. O tal vez me conociste un día en el que llevaba uno de mis collares y pasé a ser en las conversaciones “aaah aquella chica que llevaba un collar de chapas ¿no?”. O tal vez no conozcas este aspecto y si este es tu caso será mucho mejor pues espero sorprenderte con este proyecto que está saliendo a la luz.
Los collares siempre han sido una de mis pasiones, y muchas personas me han insistido en porqué no los vendía. Pero con catorce años puse esta idea en marcha y no salí del todo contenta. La cantidad de encargos hicieron que mi hobby se convirtiera en una obligación y tras esto me tiré un año sin querer oír nada relacionado con el “crafting” (como ahora lo llaman). Todo ello me ponía de mal humor irremediablemente. Ahora empiezo este proyecto con idea de que sea un hobby (pues obligaciones ya tenemos demasiadas en esta vida) un hobby del que estaría encantada de que formarais parte.
desastrosilla es como me llamaba mi padre de pequeña y pretendo que sea un emblema NO APTO PARA LÓGICOS. desastrosilla es tráfico y naturaleza; estampados complejos y minimalismo; caos y tranquilidad; tradición y modernidad. En el universo desastrosilla no-hay lugar para la lógica. Son aquellos complementos que desentonan que dejan al de enfrente con la cabeza ladeada preguntándose si está bien o si es o no del todo correcto, es el punto discordante de la i, el caos en medio del orden y el orden en medio del caos.
desastrosilla es el NO a los convencionalismos establecidos como universalmente lógicos. Los principios son necesarios siempre que sean por convencimiento propio. No congeniamos con autoritarios que imponen sus esquemas. Pero nos encantan las personas con ideas propias y bien claras, que son capaces de defenderlas sin, por ello, considerarlas únicas.
Si cumple los requisitos,
* BIENVENIDO/A AL CLUB *
¡HASTA PRONTO!
No hay comentarios:
Publicar un comentario